Existe una gran confusión en torno a los términos “ecológico” y “reciclado”. Y es que, para quien no sabe mucho del tema, pueden parecer incluso sinónimos. Pero lo cierto es que son términos que presentan varias diferencias muy notables y que, lejos de ser contrarias, se pueden llegar a complementar perfectamente. Es el caso de las diferencias entre papel ecológico y reciclado: hay mucha confusión al respecto, pero vamos a darle una rápida respuesta al tema.
¿Qué es el papel reciclado?
El elemento básico para la obtención de papel es la fibra de celulosa, y ésta se puede obtener de dos formas: mediante la tala de árboles, o aprovechando desechos de papel inservible mediante procesos de reciclaje. Esto último es lo que nos interesa aquí.
El papel reciclado es aquel tipo de papel que ha pasado por un proceso de recuperación tras haber sido producido y/o utilizado anteriormente. Así pues, podemos encontrar papeles desechados antes de su consumo y después de su consumo, y ambos pueden utilizarse para el reciclaje, aunque los post-consumo deberán pasar un filtro previo.
Debido a su proceso de fabricación, este tipo de papel presenta un aspecto más oscuro y rugoso que el papel que todos tenemos en mente. Lo más destacable del papel reciclado y el motivo por el que se hace tan atractivo es que, para obtenerlo, no es necesario recurrir a la tala de árboles. Sin embargo, eso no quiere decir que este proceso esté libre de procedimientos y sustancias contaminantes.
¿Qué es el papel ecológico?
Para que un papel sea catalogado como ecológico, debe cumplir ciertos requisitos a nivel de fabricación. Y es que, a diferencia del papel reciclado, el ecológico sí que tiene muy en cuenta el grado de impacto ambiental en cada uno de sus procesos.
De este modo, por ejemplo, se sustituye el uso de gas cloro (elemento altamente contaminante) por otros elementos como el dióxido de cloro o el ozono para llevar a cabo el blanqueamiento del papel, se mejora el tratamiento de residuos, se reduce la emisión de sustancias contaminantes al agua y a la atmósfera y, así, un largo etcétera de prácticas más sostenibles. Aun así, esto no quiere decir que el papel ecológico elimine por completo el impacto ambiental, pero en todos sus procesos se tienen en cuenta criterios de sostenibilidad y respetuosos con el medio ambiente para minimizarlos todo lo posible.
Diferencias entre papel ecológico y reciclado
- La primera diferencia que hay que dejar bien clara es que el papel reciclado viene de un uso previo, mientras que el ecológico puede ser tanto reciclado como de nueva producción.
Con esto, aprovechamos para remarcar un aspecto importante: ni lo reciclado tiene por qué ser ecológico, ni lo ecológico tiene por qué ser reciclado.
- Otra diferencia destacable es el proceso de elaboración de ambos tipos de papel. El papel reciclado no tiene en cuenta la sostenibilidad de sus procesos, por lo que su elaboración comporta el uso de sustancias muy contaminantes. La elaboración del papel ecológico evita utilizar este tipo de sustancias.
A pesar de que el procedimiento ecológico parece ser el más adecuado a nivel medioambiental, el asunto no queda exento de polémica y hay quien afirma que el papel reciclado, en general, conlleva un menor grado de emisiones y consumo de energía para su elaboración.
Como se ha comentado al inicio de este artículo, a pesar de que las diferencias entre papel ecológico y papel reciclado sean notables, ambos procesos son perfectamente compatibles. Por ello, la conclusión de todo esto no puede ser otra que la unión de ambos métodos para la fabricación de papel: un papel que nazca de aprovechar las fibras ya creadas y/o usadas para la re-elaboración de papel siguiendo todos los criterios de sostenibilidad.